2S50. | Segunda parte de la Silua de varios Romances. Lleua la misma orden que la Primera. Zaragoza: Esteban G. de Nájera, 1550. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 354–458, núm. 86). Edición consultada a través de una copia digital del ejemplar [P.o.hisp. 179-9/2] de la Bayerische Staatsbibliothek. Hay una transcripción de Rodríguez-Moñino (1970). |
2S52. | Segunda parte de la Silua de varios Romances. Agora nueuamente añadidos al cabo ciertos chistes nueuos. Zaragoza: [Esteban G. de Nájera], 1552. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 359–363, núm. 87). |
3S51. | Tercera parte dela Silua de varios Romances. Lleua la misma orden que las otras. Zaragoza: Esteban G. de Nájera, 1551. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 364–368, núm. 88). Hay una transcripción de Rodríguez-Moñino (1970). |
CR[47]. | Cancionero de Romances en qve estan recopilados la mayor parte delos romances castellanos que fasta agora sean compuesto. Amberes: Martín Nucio, [circa 1547–1548]. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 189–197, núm. 51). Edición consultada a través del facsímil de Menéndez Pidal (1914). |
CR50A. | Cancionero de Romances en qve estan recopilados la mayor parte delos Romances Castellanos que fasta agora sean compuesto. Nueuamente corregido emendado y añadido en muchas partes. Amberes: Martín Nucio, 1550. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 207–216, núm. 53). Edición consultada a través de una copia digital del ejemplar [Rar. 925] de la Bayerische Staatsbibliothek. Hay una transcripción de Rodríguez-Moñino (1967). |
CR55A. | Cancionero de romances en que estan recopilados la mayor parte de los Romances Castellanos, que hasta agora se han compuesto. Nueuamente corregido, emendado, y añadido en muchas partes. Amberes: Martín Nucio, 1555. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 217–218, núm. 54). Se basan en esta edición el ms. 4138 de la Biblioteca Nacional de España y la Silva de romances viejos de Grimm (1831). |
CR68A. | Cancionero de romances en que estan recopilados la mayor parte de los Romances Castellanos, que hasta agora se han compuesto. Nueuamente corregido, emendado, y añadido en muchas partes. Amberes: Philippo Nucio, 1568. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 219–220, núm. 55). |
CR81L. | Cancionero de romances. En que estan recopilados a [sic] mayor parte delos Romances Castellanos, que hasta agora se han compuesto. Nvevamente corregido, emendado, y añadido en muchas partes. Lisboa: Manuel de Lyra, 1581. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 221–222, núm. 56). |
FE62. | Cancionero llamado Flor de Enamorados, sacado de diuersos auctores agora nueuamente por muy linda orden copilado. Barcelona: Claudi Bornat, 1562. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 499–508. núm. 134). Hay una transcripción de Rodríguez-Moñino/Devoto (1954). |
FR91AG. | Pedro de Moncayo, Flor de varios romances Nueuos. Primera, y Segunda parte, del Bachiller Pedro de Moncayo, natural de Borja. Agora nueuamente en esta postrera impression añadadidos [sic] otros muchos Romances, y Letras, que se han cantado despues delas otras impressiones, y asta aqui sacados a luz. Barcelona: Jaume Cendrat (a costa de Arnau Garrich), 1591. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: II, 51–52, núm. 211). |
FR91OG. | Pedro de Moncayo, Flor de varios romances Nueuos. Primera, y Segunda parte, del Bachiller Pedro de Moncayo, natural de Borja. Agora nueuamente en esta postrera impression añadadidos [sic] otros muchos Romances, y Letras, que se han cantado despues delas otras impressiones, y asta aqui sacados a luz. Barcelona: Jaume Cendrat (a costa de Onofre Gori), 1591. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: II, 43–49, núm. 210). |
R50[M]. | Romances en que estan recopilados la mayor parte de los Romances castellanos que fasta agora sean compuesto. [Medina del Campo]: Guillermo de Millis, 1550. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 199–206, núm. 52). |
R82. | Lucas Rodríguez, Romancero hystoriado, Con mucha variedad de glossas, y Sonetos: y al fin vna floresta pastoril, y cartas pastoriles. Hecho y recopilado por Lucas Rodriguez, escriptor dela vniuersidad de Alcala de Henares. Alcalá de Henares: Querino Gerardo, 1582–1583. [1582 en la portada; 1583 en el colofón]. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 616–625, núm. 186). Edición consultada a través de una copia digital del ejemplar [802282 CGA] de la Bibliothèque Municipale de Lyon. Hay una transcripción de Rodríguez (1967). |
R84. | Lucas Rodríguez, Romancero hystoriado, con mucha variedad de glossas, y Sonetos y al fin vna floresta pastoril, y cartas pastoriles. Hecho y recopilado por Lucas Rodriguez, escriptor de la vniuersidad de Alcala de Henares. Lisboa: Andrés Lobato, 1584. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 626–634, núm. 187). |
R85. | Lucas Rodríguez, Romancero hystoriado, con mucha variedad de Glossas, y Sonetos: y al fin vna floresta pastoril, y cartas pastoriles. Hecho y recopilado por Lucas Rodriguez, escriptor de la vniuersidad de Alcala de Henares. Dirigido al Illvstrissimo señor Melchior de Herrera marques de Auñon, del Consejo de hazienda de su Magestad. Alcalá de Henares: Hernán Ramírez, 1585. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 635–636). Edición consultada a través de una copia digital del ejemplar [U/8060] de la Biblioteca Nacional de España. |
R86. | Lucas Rodríguez, Romancero historiado. Con mucha variedad de glossas, y sonetos, y al fin vna floresta pastoril, y dos cartas pastoriles muy graciosas. Hecho, y recopilado por Lucas Rodriguez, escriptor dela Vniuersidad de Alcala de Henares. Huesca: Juan Pérez de Valdivieso, 1586. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 637–638, núm. 189). |
RA73. | Joan Timoneda, Rosa de Amores. Primera parte de Romances de Joan Timoneda, que tratan diuersos, y muchos casos de amores. Dirigidos al discreto Lector. Valencia: Joan Navarro, 1573. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 557–561, núm. 169). Hay una transcripción de Rodríguez-Moñino/Devoto (1963). |
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RA74. | Joan Timoneda, Rosa de Amores. Primera parte de Romances de Ioan Timoneda que tratan diuersos y muchos casos de amores. Dirigidos al discreto Lector. Lleida: Juan de Villanueva y Pedro de Robles [1574 en la portada; 1575 en el colofón]. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 563–564, núm. 170). |
RE73. | Joan Timoneda, Rosa Española. Segunda Parte de Romances de Joan Timoneda, que tratan de Hystorias de España. Dirigidos al prudente Lector. Valencia: Joan Navarro, 1573. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 565–569, núm. 171). Hay una transcripción de Rodríguez-Moñino/Devoto (1963). |
RG73. | Joan Timoneda, Rosa Gentil. Tercera parte de Romances de Joan Timoneda, que tratan hystorias Romanas, y Troyanas. Dirigidos al curioso Lector. Valencia: Joan Navarro, 1573. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 571–574, núm. 172). Hay una transcripción de Rodríguez-Moñino/Devoto (1963). |
S50. | Silua de varios Romances: En que estan recopilados la mayor parte delos romances Castellanos, y agora nueuamente añadidos en esta segunda impresion que nunca an sido estampados. Hay al fin algunas canciones, villancicos y coplas, y tambien se an añadido en esta impresion algunas cosas sentidas, sacadas de diuersos auctores. Barcelona: Pedro Borín, 1550. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 331–340, núm. 84). |
S52. | Silua. de varios Romances: En que estan recopilados la mayor parte delos romances Castellanos, y agora nueuamente añadidos enesta segunda impresion que nunca an sido estampados. Hay al fin algunas canciones villancicos y coplas, y tambien sean añadido enesta impresion algunas cosas sentidas, sacadas de diuersos auctores. Barcelona: Jaume Cortey, 1552. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 341–352, núm. 85). |
S61. | Silua de varios Romances. Agora nueuamente recopilados, los mejores romances delos tres libros dela Silua, y añadidas ciertas caciones [sic] y chistes nueuos. Barcelona: Jaume Cortey, 1561. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 399–403, núm. 98). Hay una transcripción de Rodríguez-Moñino (1953). |
S63A. | Lorenzo de Sepúlveda, Recopilacion de Romances viejos, sacados de las Coronicas Españolas Romanas y Troyanas. Agora nueuamente: por Lorenço de Sepulueda. Con licencia. Alcalá de Henares: Francisco de Cormellas y Pedro de Robles, 1563. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 249–255, núm. 66). |
S63G. | Lorenzo de Sepúlveda, Cancionero de Romances sacados de las coronicas antiguas de España con otros hechos por Sepulueda. Y algunos sacados de los quarenta cantos que compuso Alonso de Fuentes. Granada, 1563. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 256, núm. 67). |
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S70. | Lorenzo de Sepúlveda, Cancionero de romances sacados de las Coronicas antiguas de España con otros hechos por Sepulueda. Y algunos sacados de los quarenta cantos que compuso Alonso de fuentes. Medina del Campo: Francisco del Canto, 1570. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 267–268, núm. 69). |
S71. | Lorenzo de Sepúlveda, Cancionero de romances sacados de las coronicas antiguas de España con otros hechos por Sepulueda. Y algvnos sacados de los quarenta cantos que compuso Alonso de Fuentes. Alcalá de Henares: Sebastián Martínez, 1571. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 269, núm. 70). |
S76. | Lorenzo de Sepúlveda. Cancionero de romances nueuamente sacados de historias antiguas de la Cronica de España, de diuersos acaescimientos, conforme ala verdadera recopilacion que mando hazer el Serenisimo Rey don Alfonso el sabio, hasta aora nunca vistos. Compuestos por Lorenzo de Sepulueda, uezino de Seuilla. Medina del Campo: Francisco del Canto, 1576. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 272–279, núm. 71). |
S77. | Lorenzo de Sepúlveda, Cancionero de romances sacados de las Cronicas antiguas de España con otros, hechos por Sepulueda. Y algvnos sacados de los quarenta cantos que compuso Alonso de Fuentes. Valladolid: Diego Fernández de Córdova, 1577. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 281–288, núm. 72). |
S78. | Silva de varios romances recopilados, y con diligencia escogidos los mejores Romances de los tres libros de la Silua. Y agora nueuamente añadidos cinco Romances dela armada dela Liga y quatro dela sentencia de don Albaro de Luna, vno del cerco de Malta, otro dela mañana de sant Iuan, otro mira Nero de Tarpeya, y otros muchos. Barcelona: Joan Cortey, 1578. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 405–409, núm. 100). |
S82. | Silva de varios romances recopilados, y con diligencia escogidos los mejores Romances delos tres libros dela Silua. Y agora nueuamente añadidos cinco Romances dela armada dela Liga, y quatro dela sentencia de don Albaro de Luna, vno del cerco de Malta, otro dela mañana de sant Iuan, otro mira Nero de Tarpeya y otros muchos. Barcelona: Jaume Cendrat, 1582. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 411–415, núm. 101). |
S84. | Lorenzo de Sepúlveda, Cancionero de romances sacados de las coronicas de España, con otros. Compuestos por Lorenço de Sepulueda. Sevilla: Fernando Díaz, 1588. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 293–300, núm. 75). Hay una transcripción de Rodríguez-Moñino (1967). |
S87. | Silva de varios romances recopilados, y con diligencia escogidos los mejores Romances de los tres libros dela Silua. Y agora nueuamente añadidos cinco Romances dela armada dela Liga, y quatro de la sentencia de don Albaro de Luna, vno del cerco de Malta, otro de la mañana de sant Iuan, otro mira Neo de Tarpeya y otros muchos. Barcelona: Hubert Gotard, 1587. Cf. Rodríguez-Moñino (1973: I, 417–421, núm. 102). Edición consultada a través de una copia digital del ejemplar [6-VI-35] de la Biblioteca de Catalunya.
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A
|1ra-rb Siete romances: |1ra el primero, de la trayción de Vellido Dolfos; el segundo, de la muerte del rey don Sancho; el tercero, que dize 'Ya se sale Diego Ordóñez'; |1rb el IIII, de los çamoranos; el quinto, que dize 'Por aquel postigo viejo'; el sexto, del juramento que tomó el Cid al rey don Alonso; el VII, del rey Ramiro. |1ra
[1]
—Rey don Sancho, rey don Sancho, no digas que no te aviso | |
que del cerco de Çamora un gran traydor ha salido. | |
Vellido Dolfos se llama, hijo de Dolfos Vell[i]do, | |
a quien él mismo matara y después echó en el río. | |
Si te engaña, rey don Sancho, no digas que no te aviso. | 5 |
Doyte fe de cavallero, que con lealtad te lo digo: |1rb | |
de los más preciados d'ella, en Sayago soy nascido.— | |
Oýdo lo ha el traydor, gran enojo ha rescebido. | |
Fuesse donde estava el rey, d'esta suerte le ha dicho: | |
—Bien conoscedes, señor, el mal querer y homezillo | 10 |
que'l malo de Arias Gonçalo y sus hijos han comigo. | |
Siguiéronme hasta el real donde aquí fui guarecido, |1va | |
esto porque los retava que estorvan el tu servicio | |
que otorgasse doña Urraca el campo por ti movido. | |
Agora que han bien mirado cómo está en el alvedrío | 15 |
que tú prendas a Çamora por el postigo salido, | |
trabajan buscar su daño dañando el crédito mío. | |
Si me quieres por vassallo, o buscaré otro partido.— | |
Luego el cavallo demanda, finge que toma el camino. | |
El buen rey d'él se affierra, dixo: —Cosa no he crehído. | 20 |
Muéstrame, buen cavallero; muéstrame, mi buen amigo, | |
por dónde tome a Çamora, que'n ella serás tenido | |
más que los Arias Gonçalo, que la mandan con desvío.— | |
Besole el traydor la mano, en gran puridad le dixo: | |
—Vámonos tú y yo, señor, solos por no hazer bullicio. | 25 |
Verás lo que me demandas y ordenarás tu partido | |
donde se haga una cava y lo que manda mi aviso. | |
Después, con ciento de [a] pie, matar las guardas me obligo, | |
que pelear y hazer lazos |1vb y de saber mal abrigo. | |
Y s'entrarán tus vanderas, guardándoles el postigo.— | 30 |
Otro día de mañana cavalgan Sancho y Vellido, | |
el buen rey en su cavallo y Vellido en su rocino. | |
Juntos van a ver la cerca, solos a ver el postigo. | |
Desque el rey lo ha rodeado, saliérase cabe el río | |
do se huvo de apear por necessidad que ha huvido. | 35 |
Dado le ha un venablo a esse malo de Vellido; | |
dorado era y pequeño, que'l rey le traýa consigo | |
como los reyes de España en usança lo han tenido. | |
Arrojóselo el traydor, malamente lo ha herido. | |
Passole por las espaldas, con la tierra le ha cosido. | 40 |
Buelve riendas al cavallo a más correr al postigo. | |
La causa de la corrida le demandó don Rodrigo | |
el qual dizen de Bivar, mas no le avía respondido. | |
Luego a tal priessa cavalga qu'espuelas no ha atendido. | |
Nunca le pudo alcançar, que'n la ciudad es guarido. |2ra | 45 |
So el manto de la infanta, que en prisiones le ha metido, | |
guárdale Arias Gonçalo, porque no le sea pedido | |
qué alevosía y trayción que Çamora ha cometido. | |
Tornose el Cid con corage, porque no prendió a Vellido, | |
maldiziendo al cavallero que sin espuelas lleva rocino. | 50 |
No sospecha tal desastre, cuyda ser otro el delito; | |
que si lo que era creyera bien defendiera el postigo, | |
que no vengara la muerte al que se ha deffendido | |
con gallegos y leoneses sacándole libre y bivo. | | Fin
|
[2]
Romance de la muerte del rey don Sancho
Después que Vellido Dolfos, aquel traydor afamado, | |
derribó con cruda muerte al valiente rey don Sancho, | |
alléganse en una tienda los mayores de su campo, | |
júntanse todo el real como estava alborotado |2rb | |
de ver el venablo agudo que a su rey ha trapassado: | 5 |
no se lo quieren sacar hasta que aya confessado. | |
Y esse conde don García que de Cabra era llamado, | |
viendo de tal modo al rey, d'esta manera le a hablado: | |
—¡O rey en quien yo tenía la esperança de mi estado!, | |
véote tan mal herido que remedio no he hallado | 10 |
sino sólo encomendarte a lo que eres obligado. | |
Toma cuenta a tu conciencia y mira en lo que has errado | |
contra aquel alto Señor que te puso en tal estado. | |
Al cuerpo no busques cura, porque su tiempo es passado. | |
Ya son tus días cumplidos, ya tu plazo es allegado; | 15 |
paga lo que te obligaste quando fuiste baptizado. | |
La muerte, sierva y señora, no te da más largo plazo. | |
No consiente apelación, sino que pagues de grado. | |
Cumple curar de tu alma, del cuerpo no ayas cuydado.— | |
Respondió en aquesto el rey, todo en lágrimas bañado; | 20 |
temblando tiene la lengua |2va y el gesto tiene mudado: | |
—¡Bienandante seáys, conde, y en armas aventurado! | |
En todo habláys muy bien, buen consejo me havéys dado. | |
Yo bien sé quál es la causa que'n tal punto soy llegado: | |
por peccados cometidos al immenso Dios sagrado, | 25 |
y también fue por la jura que a mi padre huve quebrado | |
en cercar esta ciudad que a mi hermana ovo dexado. | |
A Dios encomiendo mi alma, pues que estoy en tal estado. | |
Trahedme los sacramentos, porque a muerte soy llegado.— | |
Y assí se le salió el alma y el cuerpo se le ha enfriado. | 30 | Fin
|
[3]
Romance de cómo don Diego Ordóñez fue a reptar los çamoranos
Ya se sale Diego Ordóñez, del real se havía salido | |
armado de pieças dobles en un cavallo morzillo. | |
Va a reptar los çamoranos con gran enojo encendido |2vb | |
por el alevosa muerte del rey don Sancho, su prim[o]. | |
Vido estar Arias Gonçalo assomado a un castillo. | 5 |
Puso piernas al cavallo; corriendo, allá havíe ydo. | |
Con alta boz temerosa, d'esta suerte le havía dicho: | |
—Yo vos riepto, çamoranos, por traydores conoscidos. | |
Matastes al rey don Sancho por consejo hecho y dicho | |
y en vuestra villa acogistes al traydor qu'este mal hizo, | 10 |
por lo qual fuistes traydores, traydores muy conoscidos. | |
Sobr'esto riepto los muertos, sobre esto riepto los bivos; | |
sobre esto riepto los hombres y también riepto los niños; | |
sobre esto riepto las yervas y las aguas de los ríos.— | |
De qu'esto oyó Arias Gonçalo, luego le ha respondido: | 15 |
—Si qual tú dizes yo soy, no deviera ser nascido, | |
mas hablas muy enojado y no como hombre entendido. | |
¿Qué culpa tienen los muertos de lo que hazen los bivos? | |
Y en lo que hazen lo hombres, ¿qué culpa tienen los niños, | |
ni las aguas ni las yervas, |3ra que son cosas sin sentido? | 20 |
Mas bien sabes que en España antigua costumbre ha sido | |
que hombre que riepta concejo deve de lidiar con cinco | |
y si qualquiera lo vence el concejo queda quito. | |
De qu'esto oyera don Diego, hállose muy arrepiso. | |
Dixo: —La razón que tengo me desculpa de lo dicho. | 25 |
Y si mi lengua erró, no mi intención y sentido. | |
Mas yo acepto, Arias Gonçalo, con los cinco el desafío: | |
o los mataré en el campo o dirán lo que yo digo. | |
—En buen'hora sea, don Diego—, Arias Gonçalo le dixo. | |
—A Dios pongo por juez, porque es justo su juyzio. | 30 |
—Plegue a Él assí hos ayude como es verdad vuestro dicho, | |
porque la muerte del rey permissión de Dios ha sido | |
porque quebrantó el mandado que'l rey su padre le hizo; | |
y assí creo morirán los que siguen su partido.— | |
Seys regidores llamaron de la villa para oýllo; | 35 |
tres o nueve días al plazo tomaron para cumplillo. |3rb | |
|
[4]
Romance de que dize 'Tristes están los çamoranos'
Tristes están los çamoranos, metidos en gran quebranto. | |
Reptados son de traydores, de alevosos son llamados. | |
Más quieren ser todos muertos que no traydores nombrados. | |
Día era de sant Millán, esse día tan honrado; | |
todos duermen en Çamora, mas no duerme Arias Gonçalo. | 5 |
Acerca de las dos horas, del lecho se a levantado. | |
Castigando está a sus hijos, a todos quatro está armando. | |
Las palabras que les dize son de manzilla y quebranto: | |
—Ayúdehos Dios, hijos míos; guárdeos Dios, fijos amados, | |
pues sabéys quán falsamente havemos sido reptados. | 10 |
Tomad esfuerço, hijos míos, si nunca lo havéys tomado; | |
acordaos que descendéys de sangre de Lainz Calvo, | |
cuya noble fama y gloria hasta oy no se ha olvidado, | |
pues que sabéys que don Diego es cavallero preciado | |
pero mantiene mentira |3va y Dios no querrá ayudallo. | 15 |
El que de verdad se ayuda de Dios siempre es ayudado. | |
Uno falta para cinco, porque no soys más de quatro: | |
yo seré el quinto y primero que quiero salir al campo. | |
Morir quiero y no ver muerte de hijos que tanto amo. | |
Bendígaos Dios, hijos míos, como hos bendize mi mano.— | 20 |
Sus armas pide el buen viejo, sus hijos lo están armando, | |
las grevas le están poniendo, Doña Urraca havíe entrado, | |
los braços le echara encima muy fuertemente llorando: | |
—¿Dónde váys, mi padre viejo, o para qué estáys armado? | |
Dexad las armas pessadas, que ya soys viejo cansado, | 25 |
pues que sabéys, si morís, perdido es todo mi estado. | |
Acordaos que prometistes a mi padre don Fernando | |
de nunca desampararme ni dexar de vuestra mano.— | |
—Plázeme, señora hija—, respondió Arias Gonçalo. | |
Cavalgara Pedro Arias, su hijo que era mediano, | 30 |
que aunque era moço en días, en obras bien esforçado. |3vb | |
Dixo: —Cavalgad, mi hijo, que hos esperan en el campo; | |
en tal hora vays, mi hijo, que nos saquéys de cuydado.— | |
Sin poner pie en el estribo, Pedro Arias a cavalgado. | |
Por aquel postigo viejo, galopeando, havíe entrado | 35 |
saludando a los juezes que lo estavan esperando. | |
Partido les han el sol, dexado les han el campo. | | Fin
|
[5]
Romance de 'Por aquel postigo viejo'
Por aquel postigo viejo que nunca fuera cerrado | |
vi venir pendón bermejo con trezientos de cavallo. | |
En medio de los trezientos viene un monumento armado | |
y dentro en el monumento viene un cuerpo sepultado. | |
Fernán Arias ha por nombre, hijo de Arias Gonçalo. | 5 |
Llorávanle cient donzellas, todas ciento hijas d'algo; | |
todas eran sus parientas en tercero y quarto grado. | |
Las una le dizen primo, |4ra otras le llaman hermano; . | |
las otras dezían tío, otras lo llaman cuñado. | |
Sobre todas lo llorava aquessa Urraca Hernando, | 10 |
y quán bien que la consuela esse viejo Arias Gonçalo: | |
—Calledes, hija, calledes; calledes, Urraca Hernando, | |
que si un hijo me han muerto aún me quedan otros quatro. | |
No murió por las tavernas ni a las tablas jugando, | |
mas murió sobre Çamora vuestra honra defensando.— | 15 | Fin
|
[6]
Romance del juramento que tomó el Cid al rey don Alonso
En Sancta Gadea de Burgos, do juran los hijos d'algo, | |
allí le tomó la jura el Cid al rey castellano. | |
Las juras eran tan fuertes que a todos ponen espanto, | |
sobre un cerrojo de fierro y una ballesta de palo. | |
—Villanos te maten, Alonso, villanos que no hidalgos, | 5 |
de las Esturias de Oviedo, que no sean castellanos. | |
Mátente con aguijadas, |4rb no con lanças ni con dardos; | |
con cuchillos cachicuernos, no con puñales dorados; | |
abarcas traygan calçadas, que no çapatos de lazo; | |
capas traygan aguaderas, no de contray ni frisado; | 10 |
con camisones de estopa, no de Olanda ni labrados; | |
vayan cavalgando en burras, no en mulas ni cavallos; | |
frenos traygan de cordel, no de cueros fogueados; | |
mátente por las aradas, no por villas ni en poblado; | |
sáquente el coraçón por el siniestro costado | 15 |
si no dixeres verdad de lo que t'es preguntado: | |
si fuiste ni consentiste en la muerte de tu hermano.— | |
Jurado havía el rey que'n tal nunca se ha hallado, | |
pero con boz alterada dixo muy mal enojado: | |
—Muy mal me conjuras, Cid; Cid, mal me has conjurado; | 20 |
mas oy me tomas la jura, después besar m'as la mano. | |
—Por besar mano de rey no me tengo por honrado; | |
porque la besó mi padre, me tengo por afrentado. |4va | |
—Vete de mis tiendas, Cid, mal cavallero provado, | |
y no vengas más a ellas dende este día en un año. | 25 |
—Plázeme –dixo el buen Cid–, plázeme –dixo de grado–, | |
por ser la primera cosa que mandas en tu reynado. | |
Tú me destierras por uno, yo me destierro por quatro.— | |
Ya se parte el buen Cid sin al rey besar la mano | |
con trezientos cavalleros: todos eran hijos d'algo; | 30 |
todos son hombres mancebos, ninguno no havía cano; | |
todos llevan lança en puño y el fierro acecalado | |
y llevan sendas adargas con borlas de colorado. | |
Mas no le faltó al buen Cid adonde assentar su campo. | | Fin
|
[7]
Romance del rey Ramiro |4vb
Ya se assienta el rey Ramiro, ya se asssienta a su yantare. | |
Los tres de sus adalides se le pararon delante: | |
a uno llaman Armiño, al otro llaman Galvane, | |
al otro Tello, luzero que los adalides trahe. | |
—Manténgahos Dios, el rey. —Adalides, bien vengayse. | 5 |
Dezí, ¿qué nuevas traedes de Campo de Palomares? | |
—Buenas las traemos, señor, pues que venimos acae. | |
Siete días anduvimos que nunca comimos pane, | |
ni los cavallos cevada, de los que nos pesó mase; | |
ni entramos en poblado ni vimos con quien hablare | 10 |
sino siete caçadores que andavan a caçare. | |
Que nos pesó o que nos plugo, huvimos de peleare. | |
Los quatro d'ellos matamos, los tres trahemos acae. | |
Si no lo crehéys, buen rey, ellos mismo lo dirane. |4va-vb | |
Fin
Impresso en Valencia, año 1561
|
B
|1ra-rb Cinco romances: |1ra 'Yo m'estando en Giromena', 'En Cepta estava el buen rey', 'Lunes, lunes; era lunes', |1rb 'Yo m'estava allá en Coýmbra', el V, de la muerte del duque de Gandía en Roma. |1ra
[8]
Yo m'estando en Giromena a mi plazer y holgare, | |
subiérame a un mirador por más descanso tomare. | |
Por los campos de Monuela, cavalleros vi assomare; | |
ellos no vienen de guerra ni menos vienen de paze, | |
vienen en buenos cavallos a guisa de peleare. |1rb | 5 |
Desque yo los vi, mezquina, parémelos a mirare. | |
Conosciera el uno d'ellos en el cuerpo y cavalgare, | |
don Rodrigo de Chavella el qual llaman del Marchale, | |
primo hermano de la reyna, mi anemiga mortale. | |
Desque yo, triste, le viera, luego vi mala señale, |1va | 10 |
tomé mis hijos comigo y subime al homenage. | |
Ya que yo yva a subir, ellos en mi sala estane; | |
don Rodrigo es el primero y los otros tras él vane: | |
—Sálvehos Dios, doña Ysabel. —Señores, vengáys en paze. | |
—¿Conoscédesnos, señora, pues assí vays a hablare? | 15 |
—Ya hos conozco, don Rodrigo, ya hos conozco por mi male. | |
¿A qué era vuestra venida, o quién hos fuera embiare? | |
—Perdonédesnos, señora, por lo que hos quiero hablare. | |
Como la reyna mi prima acá embiado me hae | |
porqu'ella es muy malcasada y esta culpa en vos estae, | 20 |
porque'l rey tiene en vos hijos y en ella nunca los hae | |
siendo como soys su amiga y ella muger naturale, | |
manda que muráys, señora; paciencia queráys prestare.— | |
Respondió doña Isabel con muy grande honestidade: | |
—Siempre fuistes, don Rodrigo, en la mi contrariedade. | 25 |
Si vos queredes, señor, bien sabedes la verdade: | |
que'l rey me pidió mi amor, yo no se lo quise dare | |
temiendo más a mi honra que no sus reynos mandare. |1vb | |
Desque vio que no quería, mis padres fue a mandare; | |
ellos tampoco quisieron por la su honra guardare. | 30 |
Desque todo aquesto vido, por fuerça me fue a tomare; | |
trúxome a esta fortaleza do estoy en este lugare. | |
Tres años he estado en ella fuera de mi voluntade, | |
y si el rey tiene en mi hijos plugo a Dios y a su bondade | |
y si no los ha en la reyna es assí su voluntade. | 35 |
¿Por qué me havéys de dar muerte, pues que no merezco male? | |
Merced hos pido, señores, no me la queráys negare; | |
desterréysme d'estos reynos, que en ellos no estaré mase; | |
yrme yo para Castilla o Aragón, más adelante, | |
y si aquesto no queréys a Francia me yré a morare. | 40 |
—Perdonédesnos, señora, que no se puede hazer mase. | |
Aquí está el duque de Bavia y el marqués de Villa Reale, | |
también l'obispo de Oporto que hos viene a confessare, | |
cabe vos está el verdugo que hos ha de degollare, | |
y aún aqueste pagezito la cabeça ha de llevare.— | 45 |
Respondió doña Ysabel con muy grande honestidade: |2ra | |
—Bien paresce que soy sola, no tengo quien me guardare, | |
no tengo padre ni madre, pues no me dexan hablare; | |
que'l rey no está en esta tierra, qu'era ydo allende'l mare, | |
mas después que sea venido la mi muerte vengarae. | 50 |
—Acabedes ya, señora, acabedes ya de hablare. | |
Tomalda, señor obispo, y metelda a confessare.— | |
Mientras que se confessava, todos tres hablando estane | |
si era bien hecho o mal hecho a la dama degollare. | |
Los dos dizen que no muera, que'n ella culpa no ahe. | 55 |
Don Rodrigo es tan cruel, dize qu'él l'a de matare. | |
Sale de la confessión con sus hijos a la pare: | |
el uno tres años tiene, el otro para dos vae, | |
el otro era de teta, dando le sale a mamare | |
toda cubierta de negro, lástima es de la mirare. | 60 |
—¡Adiós, adiós, hijos míos, oy hos quedaréys sin madre! | |
Cavalleros de alta sangre, por mis hijos queráys mirare, | |
que al fin son hijos de rey aunque son de baxa madre.— | |
Tiéndenla en un repostero a fin de la degollare. |2rb | |
Assí murió esta señora sin merescer ningún male. | 65 | Fin
|
[9]
Romance de cómo el rey de Portugal vengó la muerte de doña Ysabel de Liar
En Cepta estava el buen rey, esse rey de Portugal, | |
quando le vinieron cartas de tristeza y de pesar, | |
diziendo que le han muerto a doña Ysabel de Liar, | |
y que lo mandó la reyna a don Rodrigo del Marchal | |
y a esse duque de Salinas y al marqués de Villa Real | 5 |
y al obispo de Oporto que la fue a confessar. | |
Quando aquesto supo el rey, no haze sino sospirar, | |
messava los sus cabellos, qu'es dolor de lo mirar; | |
jurava por su corona que lo havía de vengar; | |
mandó tocar sus trompetas, y el real mandó alçar; | 10 |
vistiosse todo de luto, luego se quiso embarcar | |
con solos diez cavalleros que no lo quieren dexar. | |
No quiso aguardar la flota por no se tanto tardar | |
y, dentro de siete días, |2va a Sevilla fue a llegar. | |
y, de allí a pocos días, es llegado a Portugal. | 15 |
Fuérase a los palacios do solía reposar; | |
esto que supo la reyna, sálese lo abraçar, | |
mas el rey con mucha saña d'esta suerte fue a hablar: | |
—Mal vengades vos, la reyna, malo sea vuestro llegar.— | |
En diziendo estas razones, la mandó presto tomar | 20 |
y en el mismo repostero de doña Ysabel de Liar | |
madó degollar la reyna y don Rodrigo esquarterar, | |
y a esse duque de Salinas y al marqués de Villa Real, | |
y al obispo de Oporto lo mandó descabeçar. | |
Hizo desenterrar su amiga para con ella casar | 25 |
y por heredar sus hijos, a don Pedro y a don Juan, | |
y después con mucha honra la mandara enterrar. | |
D'este modo vengó el rey a doña Ysabel de Liar. | | Fin
|
[10]
Romance de cómo el duque de Bergança mató a la duquesa, su muger, sin culpa |2vb
Lunes, lunes; era lunes, tres horas antes del día | |
quando el duque de Bergança con la duquesa reñía. | |
El duque, muy enojado, estas palabras dezía: | |
—Traydora me soys, duquesa, traydora, falsa enemiga, | |
porque pienso que trayción me hazéys y alevosía. | 5 |
—No vos soy traydora, el duque, ni en mi linage lo havía.— | |
Echó mano de su espada viendo que assí respondía; | |
la duquesa con esfuerço con las manos la tenía. | |
—Dexéys la espada, duquesa, las manos hos segaría. | |
—Por más segadas, el duque, a mi nada se daría; | 10 |
si no, veldo por la sangre que mi camisa teñía. | |
Socorred, mis cavalleros, socorred por cortesía.— | |
No hay ninguno allí de aquellos a quien socorro pedía9 | |
si no era un pagezico que a la mesa la servía. | |
Con muy grande compassión, estas palabras dezía:10 | 15 |
—Dexéys la duquesa, duque, pues que nada merescía.— | |
Con un grande enojo, el duque detrás el page corría | |
y cortole la cabeça: cierto, no lo merescía. |3ra | |
¡Cuytada de la su madre, que más que a sí lo quería!11 | |
Buelve el duque a la duquesa, otra vez la persuadía: | 20 |
—De morir tenéys, duquesa, antes que viniesse el día. | |
—En tus manos estoy, duque, haz de mi a tu fantasía, | |
que padre y hermano tengo que te lo demandaría; | |
y aunque están en otras tierras, allá muy bien se sabría.12 | |
—No me amenazéys, duquesa, con ellos yo me avernía. | 25 |
—Confessar me dexéys, duque, y mi alma ordenaría. | |
—Confessaus con Dios, duquesa, con Dios y sancta María.13 | |
—Mirad, duque, estos higicos qu'entre vos y mi havía. | |
—No los lloréys vos, duquesa, que yo me los criaría.— | |
Rebolvió el duque su espada y a la duquesa hiría, | 30 |
diole sobre su cabeça y a sus pies muerta cahía. | |
Quando ya la vido muerta y a la cabeça bolvía, | |
vido estar sus dos higitos en la cama do dormía | |
que reýan y jugavan con sus juegos a porfía. | |
Quando assí jugar los vido, muy tristes llantos hazía; | 35 |
con lágrimas de sus ojos les hablava y les dezía: |3rb | |
—Hijos, quál quedáys sin madre a la qual yo muerto había; | |
matela sin merescerlo con enojos que tenía. | |
¿Dónde yrás, triste del duque? ¿De tu vida qué sería? | |
¿Cómo tan grande peccado Dios te lo perdonaría? | 40 | Fin
|
[11]
Romance de Coýmbra, que es de cómo el rey don Pedro hizo matar a su hermano el maestre de Sanctiago
Yo m'estava allá en Coýmbra, que yo me huve ganado, | |
quando me vinieron cartas del rey don Pedro, mi hermano, | |
que fuesse a ver los torneos que'n Sevilla se han armado. | |
Yo, maestre sin ventura, yo, maestre desdichado, | |
tomara treze de mula, veynte y cinco de cavallo, | 5 |
todos con cadenas de oro y jubones de brocado. | |
Jornada de quinze días, en ocho la huve andado. | |
A la passada de un río, passándole por el vado, | |
cayó mi mula comigo, perdí mi puñal dorado, | |
ahogáraseme un page |3va de los míos más privado: | 10 |
criado era en mi casa y de mi muy regalado. | |
Con todas estas desdichas, a Sevilla huve llegado. | |
A la puerta Maquerena topé con un ordenado, | |
ordenado de Evangelio, que missa no havía cantado. | |
—Manténgavos Dios, maestre; maestre, bien seáys llegado. | 15 |
Oy hos ha nascido un hijo, vos cumplís veynte y un año. | |
Si vos pluguiesse, maestre, bolvamos a bautizallo; | |
que yo sería el padrino, vos, maestre, el ahijado.— | |
Allí hablara el maestre, bien oyréys lo que ha hablado: | |
—No me lo mandéys, señor; padre, no queráys mandarlo; | 20 |
que voy a ver qué me quiere el rey don Pedro, mi hermano.— | |
Di d'espuelas a mi mula, en Sevilla huve entrado. | |
Desque no vi tela puesta ni cavallero armado, | |
fuime para los palacios del rey don Pedro, mi hermano. | |
En entrando por las puertas, las puertas me havían cerrado; | 25 |
quitáronme la mi espada la que traýa a mi lado, | |
quitáronme mi compaña que me havía acompañado. | |
Los míos desqu'esto vieron, |3vb de trayción me han avisado, | |
que me saliesse yo fuera, que me pondrían en salvo. | |
Yo, como estava sin culpa, de nada me huve curado; | 30 |
fuime para el aposento del rey don Pedro, mi hermano: | |
—Manténgavos Dios, el rey, y a todos de cabo a cabo. | |
—N'ora mala vengáys, maestre; maestre, mal seáys llegado. | |
Nunca nos venís a ver sino una vez en el año | |
y essa que venís, maestre, es por fuerça o por mandado. | 35 |
Vuestra cabeça, maestre, mandada está en aguinaldo. | |
—¿Por qué es aquesso, buen rey? No us hize desaguisado | |
ni hos dexé yo en la lid ni con moros peleando. | |
—Venid acá, mis porteros, hágase lo que he mandado.— | |
Aún no lo huvo bien dicho, la cabeça le han cortado; | 40 |
a doña María de Padilla en un plato la ha embiado. | |
Assí hablava con ella como si estuviera sano; | |
las palabras que le dize d'esta suerte está hablando: | |
—Aquí me pagaréys, traydor, lo de antaño y lo de ogaño, | |
el mal consejo que diste al rey don Pedro, tu hermano. | 45 |
Asiola por los cabellos, |4ra echósela a un alano. | | |
El alano es del maestre, púsola sobre un estrado; | |
a los aullidos que dava atruena todo el palacio. | |
Allí preguntara el rey: —¿Quién haze mal a esse alano?— | |
Allí respondieron todos, a los quales ha pesado: | 50 |
—Con la cabeça lo ha, señor, del maestre, vuestro hermano.— | |
Allí hablara una su tía, que tía era d'entrambros: | |
—¡Quán mal lo mirastes, rey!, ¡rey, quán mal lo havéys mirado! | |
Por una mala muger havéys muerto un tal hermano.— | |
Aún no lo havía bien dicho, quando ya le havía pesado. | 55 |
Fue para doña María, d'esta suerte a hablado: | |
—Prendelda, mis cavalleros, ponédmela a buen recaudo, | |
que yo daré tal castigo que a todos sea sonado.— | |
En cárceles muy escuras, allí la havía aprisionado. | |
Él mismo le da a comer, todo passa por su mano. | 60 |
No se fía de ninguno, so de un page que ha criado. | | Fin
|
[12]
Romance de la dolorosa muerte del duque de Gandía en Roma |4rb
A veynte y siete de julio, un lunes en fuerte día, | |
allá en Roma la sancta grande llanto se hazía | |
por la muerte del buen duque que se llama de Gandía. | |
Lloran duques, lloran condes, llorava la clerezía | |
por tres días con sus noches que'l duque no parescía. | 5 |
Mandan pregonar por Roma y el pregón assí dezía: | |
que qualquier que al duque hallasse mil ducados le daría. | |
Visto por los españoles que tal pregón se hazía, | |
buscavan de casa en casa al gran duque de Gandía. | |
Al papa vino un barquero que'n Týber gana su vida; | 10 |
las rodillas por el suelo, d'esta suerte proponía: | |
—Óygame, tu sanctidad, gran señor, si a ti plazía. | |
—Dígasme tú, el barquero, ¿a qué ha sido tu venida? | |
¿Trahes nuevas, por ventura, d'esse duque de Gandía? | |
—Yo no traygo nueva cierta, aunque traherla querría; | 15 |
y es que estando aquí esta noche, casi la una sería, | |
vi tres hombres abraçados que lidiavan a porfía | |
todos tres en una puente, y después vi que caýa |4va | |
uno d'ellos en el agua: esto es lo que yo sabía.— | |
En oyr aquesto el papa, muy turbado se bolvía. | 20 |
Mandó juntar los barqueros y a todos les prometía | |
que qualquier que le hallasse grandes dones le daría. | |
Toman barcos y bateles quantos el río tenía; | |
río abaxo, río arriba, búscale quién más podía, | |
mas aquel mismo barquero que las nuevas dicho havía | 25 |
echó los garfios en l'agua y del buen duque asía. | |
Desque lo huvo sacado, muy gran manzilla ponía: | |
siete puñaladas tiene todas de mortal herida | |
por el cuello degollado, aunque no lo merescía; | |
una piedra a la garganta que su cuerpo le sumía; | 30 |
un sayo alcarchofado su lindo cuerpo vestía; | |
un jubón de raso negro que se vistiera aquel día; | |
una gran cadena al cuello que mil ducados valía; | |
otros tantos en la bolsa y otras joyas de valía. |4vb | |
Entonces, en verlo assí toda la gente dezía: | 35 |
—Aquel que al duque mató por dineros no lo havía | |
sino por el malogrado del buen duque de Gandía.— | |
Visto por el Padre Sancto, a Dios oración hazía: | |
—Malditos sean de Dios, también de sancta María, | |
los que a mi hijo mataron, todo mi bien y alegría.— | 40 |
Aý estava un arçobispo que de la trayción sabía; | |
habló assí al Padre Sancto, d'esta suerte respondía: | |
—No los maldigáys, señor, que no es cosa que cumplía, | |
que los que al duque mataron bien contado les sería | |
y, según agora pienso, ya passan de Lombardía.— | 45 |
Oyendo esto el Sancto Padre, a su oración se bolvía; | |
las rodillas por el suelo, d'esta suerte prosseguía: | |
—Benditos sean de Dios, también de sancta María, | |
los que a mi hijo mataron con tan grande alevosía. | |
Absuélvolos desde aquí, pues assí Dios lo quería. |4va-vb | 50 | Finis
|
C
|1ra-rb Cinco romances: el primero, que dize 'Estávase la condessa'; el segundo, que dize 'Vámonos, dixo, mi tío'; el tercero, dize 'De Mérida sale el Palmero'; el quarto, dize 'Muerto queda Durandarte'; el quinto, que dize 'Herido está don Tristán'. |1ra
[13]
Estávase la condessa en su estrado assentada; | |
tigericas de oro en mano, su hijo quiere afeytare. | |
Palabras le está diziendo, palabras de antigüedade; | |
las palabras eran tales que al niño hazen llorare: | |
—Dios te dexe crecer, hijo, y llegar a barragane; | 5 |
Dios te dé barbas en rostro y en el cuerpo fuerça grande; |1rb | |
dete Dios ventura en armas como al paladín Roldane | |
porque vengasses, mi hijo, la muerte de tu buen padre: | |
matáronlo a trayción por casar con la tu madre. | |
Ricas bodas me hizieron, en las quales Dios no a parte; | 10 |
ricos paños me cortaron, la reyna no los a tales.— | |
Maguer que pequeño el niño, bien entendido lo ae. |1va | |
Allí respondió Gayferos, bien oyréys lo que dirae: | |
—Assí lo ruego a Dios del cielo y a santa María, su madre.— | |
Oýdo lo avía el conde en los palacios do estae. | 15 |
—Calléys, calléys, la condessa, boca mala sin verdade, | |
que yo no matara al conde ni lo hiziera matare; | |
mas tus palabras, condessa, el niño las pagarae.— | |
Mandó llamar escuderos, criados son de su padre, | |
para que lleven al niño, que lo lleven a matare. | 20 |
La muerte que él dixera manzilla es de escuchare: | |
—Córtenle el pie del estribo, la mano del gavilane; | |
sáquenle ambos los ojos por más seguro andare, | |
y el dedo y el coraçón traédmelo por señale. — | |
Ya lo llevan a Gayferos, ya lo llevan a matare; | 25 |
hablavan los escuderos con manzilla que d'él ane: | |
—¡O válasme Dios del cielo y santa Maria, su madre!, | |
si este niño matamos, ¿qué gualardón nos darane?— | |
Ellos en aquesto estando, |1vb no sabiendo qué harane, | |
vieron venir una perrita que era de la su madre. | 30 |
Allí habló el uno d'ellos, bien oyréys lo que dirae: | |
—Matemos esta perrita por mostrar seguridade, | |
saquémosle el coraçón y llevémoslo a Galvane, | |
cortemos el dedo al chico por llevar mejor señale.— | |
Ya tomavan a Gayferos para el dedo le cortare. | 35 |
—Vení acá, vos, Gayferos, y querednos escuchare: | |
vos ýos de aquesta tierra, que no parezcáys mase.— | |
Ya le davan entre señas el camino que harae: | |
—Yr vos eys de tierra en tierra a do vuestro tío estae.— | |
Gayferos, desconsolado, para un monte se vae. | 40 |
Los escuderos tornaron para do estava Galvane; | |
danle el dedo y coraçón, dizen que muerto lo ane. | |
La condessa qu'esto oyera començó de gritos dare; | |
llorava de los sus ojos, que quería rebentare. | |
Dexemos a la condessa, que muy grande llanto haze, |2ra | 45 |
y digamos de Gayferos y del camino por do vae, | |
que de día ni de noche haze sino caminare | |
hasta que llegó a la tierra adonde su tío estae. | |
Dízele d'esta manera y empeçole de hablare: | |
—Manténgaos Dios, el mi tío. —Mi sobrino, bien vengayse. | 50 |
¿Qué buena venida es esta? Vos me la queráys contare. | |
—La venida que yo vengo triste es y con pesare, | |
que Galván con grande enojo me a mandado matare. | |
Mas lo que vos ruego, tío, y lo que os vengo a rogare, | |
que vamos a vengar la muerte del buen conde, mi padre; | 55 |
matáronlo a trayción por casar con la mi madre. | |
—Sossegaos, el mi sobrino; vos queráys assossegare, | |
que la muerte de mi hermano bien la yremos a vengare.— | |
Ellos assí estuvieron dos años y aún mase | |
hasta que dixo Gayferos y empeçara de hablar. | 60 | Fin |2rb
|
[14]
Síguese el segundo romance
—Vámonos –dixo–, el mi tío, en París, essa ciudade, | |
en figura de romeros; no nos conozca Galvane, | |
que si Galván nos conosce mandar nos ýa matare. | |
Encima ropas de seda vistamos las de sayale; | |
llevemos nuestras espadas por más seguros andare; | 5 |
llevemos sendos bordones por la gente assegurare.— | |
Ya se parten los romeros; ya se parten, ya se vane | |
de noche por los caminos, de día por los xarales. | |
Andando por sus jornadas, a París llegado ane; | |
las puertas hallan cerradas, no hallan por donde entrare. | 10 |
Siete bueltas la rodean por ver si podrán entrare | |
y al cabo de las ocho un postigo van hallare. | |
Ellos, que se vieron dentro, empieçan a demandare. | |
No preguntan por mesón ni menos por hospitale; | |
preguntan por los palacios |2va donde la condessa estae. | 15 |
A las puertas del palacio, allí van a demandare | |
y allí están los escuderos: quisiéronles preguntare. | |
Vieron estar la condessa, començáronle de hablare: | |
—Dios te salve, la condessa. —Los romeros, bien vengayse. | |
—Mandedesnos dar limosna por honor de charidade. | 20 |
—Con Dios vades, los romeros, que no's puedo nada dare, | |
que el conde me havía mandado a romeros no alvergare. | |
—Desnos limosna, señora, que'l conde no lo sabrae. | |
Assí la den a Gayferos en la tierra donde estae.— | |
Assí como oyó Gayferos, començó de sospirare. | 25 |
Mandávales dar del vino, mandávales dar del pane. | |
Ellos en aquesto estando, el conde llegado hae: | |
—¿Qu'es aquesto, la condessa; aquesto qué puede estare? | |
¿No's tenía yo mandado a romeros no alvergare?— | |
Y alçara la su mano, puñada le fue a dare | 30 |
que sus dientes menudicos en tierra los fuera a echare. |2vb | |
Allí hablaran los romeros, bien oyréys lo que dirane: | |
—Por hazer bien la condessa, cierto, no meresce male.— | |
Allí respondió el conde, con enojoso pesare: | |
—Callédesvos, los romeros, no ayades vuestra parte.— | 35 |
Alçó Gayferos la espada, tal golpe le fue a dare | |
que la cabeça de los ombros en tierra la fuera a echare. | |
Allí habló la condessa no cessando de llorare: | |
—¿Quién érades, los romeros, que osastes hazer tale?— | |
Allí respondió el romero, tal respuesta le fue a dare: | 40 |
—Yo soy Gayferos, señora, vuestro hijo naturale. | |
—¿Esso cómo puede ser cosa digna de verdade, | |
que'l dedo y el coraçón yo lo tengo por señale? | |
—El coraçón que tenéys en persona no fue a estare; | |
el dedo podéys crehello porque aquí falta me haze.— | 45 |
La condessa, qu'esto oyera, fuese para lo abraçare. | |
La tristeza que tenía plazer se le fue a tornare. | | Fin |3ra
|
[15]
Romance del palmero
De Mérida sale'l palmero, de Mérida, essa ciudade. | |
Los pies llevava descalços, las uñas corriendo sangre. | |
Una esclavina llevava que no valía un reale, | |
mas debaxo lleva otra que valía una ciudade, | |
que ni rey ni emperador alcançava otra tale. | 5 |
Camino lleva derecho de París, essa ciudade. | |
Ni pregunta por messón ni menos por hospitale, | |
mas pregunta en el palacio el rey Carlos dónde estae. | |
Un portero está a la puerta, començole de hablare: | |
—Dixéssesme tú, el portero, el rey Carlos do estarae.— | 10 |
El portero, que lo vido, mucho maravillado se hae | |
que un romero tan pobre quiera con el rey hablare. | |
—Digádesmelo, señor; d'esso no tengáys pesare. | |
A missa es hido, palmero, allá a san Juan de Letrane, | |
que dize missa un arçobispo |3rb y hay muy gran solemnidade. | 15 |
El palmero, que lo oyera, ývase para sant Juane; | |
en entrando por la puerta, bien veréys lo que harae: | |
humillose a Dios del cielo y a sancta Maria, su madre, | | |
humillose al arçobispo y también a un cardenale | |
porque dezían la missa, no que meresciessen mase; | 20 |
humillose al emperador y a su corona reale, | |
humillose a los doze, que a una mesa comen pane; | |
no se humilló a Oliveros ni menos a don Roldane, | |
porque un sobrino que tienen en poder de moros estae | |
y, pudiéndolo hazer, no lo van a rescatare. | 25 |
Desque aquesto vio Oliveros, desque aquesto vio Roldane, | |
sacan ambos las espadas, para el palmero se vane. | |
Con su bordón el palmero los golpes fue a mamparare. | |
Allí hablara el buen rey, bien oyréys lo que dirae: | |
—Tate, tate, Oliveros; tate, tate, don Roldane, | 30 |
o este palmero es loco o es de sangre reale.— |3va | |
Tomárale por la mano y empiéçale de hablare: | |
—Dígasme tú, el palmero, no me niegues la verdade, | |
¿en qué año y en qué mes passaste aguas del mare? | |
—En el mes de mayo, señor, yo las fuera a passare, | 35 |
porque yo me estava un día a las orillas del mare | |
en el huerto de mi padre por averme de holgare. | |
Captiváronme los moros, passáronme allende'l mare. | |
A la infanta de Sansueña me fueron a presentare. | |
La infanta, desque me vido, de mí se fue a enamorare. | 40 |
La vida que yo tenía, rey, quiero vos la contare. | |
En la su mesa comía y en su cama me yva a echare.— | |
Allí hablara el buen rey, bien oyréys lo que dirae: | |
—Tal captividad como essa quien la quiera la tomarae. | |
Dígasme tú, el palmerico, si la yría yo a ganare. | 45 |
—No vades allá, el buen rey; buen rey, no vades allae, | |
porque Mérida es muy fuerte, bien se vos defenderae. | |
Trezientos castillos tiene |3vb que es cosa de los mirare, | |
que'l menos de todos ellos bien se os defenderae.— | |
Allí hablara Oliveros, allí habló don Roldane: | 50 |
—Miente, señor, el palmero; miente y no dize verdade, | |
que'n Mérida no ay cien castillos ni noventa a mi pensare. | |
Y estos que Mérida tiene no tiene quien los guardare, | |
que ni tenían señor ni menos quien los defensare.— | |
Desqu'esto oyó el palmero, movido de gran pesare, | 55 |
alçó su mano derecha por herir a don Roldane. | |
Allí hablara el rey con furia y con gran pesare: | |
—Tomalde, la mi justicia, y llevédeslo ahorcare.— | |
Tomado lo ha la justicia para avello de justiciare | |
y allá, al pie de la horca, el palmero fuera hablare. | 60 |
—¡O mal oviesses, rey Carlos! ¡Dios te quiera hazer male, | |
que un hijo sólo que tienes tú le mandas ahorcare!— | |
Oýdo lo avía la reyna, que se lo paró a mirare. | |
—Dexédeslo, la justicia; no le queráys hazer male, |4ra | |
que si él era mi hijo encobrir no se podrae, | 65 |
que en un lado ha de tener un estremado lunare.— | |
Ya le llevan a la reyna, ya se lo van a llevare. | |
Desnúdanle una esclavina,14 hallado le han al infante. | |
hallado le han la señale. | |
Alegrías se hizieron, no ay quien las pueda contare. | 70 | Fin
|
[16]
Romance de Durandarte
Muerto queda Durandarte al pie d'una gran montaña. | |
En sus braços le tenía Montesinos, que llorava. | |
Con lágrimas de sus ojos las heridas le bañava; | |
con la daga de su cinta el coraçón le sacava | |
para llevar a Belerma como él se lo mandara; | 5 |
con sospiros rompe el cielo, con solloços rebentava. | |
Las palabras que dezía a las piedras ablandava: | |
—La muerte que os llevó, primo, ¿por qué a mí bivo dexara? |4rb | |
Pues fuimos uno biviendo, ¿cómo el morir nos aparta? | |
¿Cómo pudo fierro entrar donde error nunca entrara? | 10 |
¿Cómo cuerpo tan leal el fierro matar le basta? | |
Coraçón que nunca erró, ¿cómo con fierro se saca? | |
Mandásteslo vos, mi primo, que fue la postrera manda, | |
mas yo en pensallo hazer el coraçón me desmaya. | |
Mas tengo de obedescer, aunque mi esfuerço no basta.— | 15 |
Estas palabras diziendo, muchas vezes se desmaya. | |
Allegara un escudero que Durandarte criara. | |
Como lo vio Montesinos, d'esta manera hablara: | |
—¡Por Dios te ruego, escudero, por la fe que'n ti se guarda | |
con este que te crió, que'n mis braços muerto estava! | 20 |
En la postrimera hora una manda que mandara | |
tú la ayudes a cumplir, porque mi esfuerço no basta: | |
de la sangre que he perdido toda la fuerça me falta. | |
Sácale su coraçón y llévale a quien amava, | |
pues tú sabes sus secretos, |4va de tí sólo lo fiava. | 25 |
Dile que'n su testamento restituýrselo manda, | |
pues que siempre fuera suyo mientra el triste tuvo el alma.— | |
El escudero, llorando, su mandado effectuara. | |
Ya desmaya Montesinos y a Dios quiere dar el alma | |
más del dolor de su primo que'l que sus llagas causava. | 30 |
—¡Adiós! –dize al escudero–; di a Belerma que aquí acaba | |
Durandarte y Montesinos, que'n servilla no cansava: | |
Durandarte por ser suyo, yo por saber que l'amava.— | | Fin
|
[17]
Romance de don Tristán |4vb
Mal se quexa don Tristán, que la muerte le aquexava. | |
Preguntando por Yseo, de los sus ojos llorava. | |
—¿Qu'es de ti, la mi señora? Mala sea tu tardada, | |
que si mis ojos te viessen sanaría esta mi llaga.— | |
Él este planto haziendo, y la reyna que llegava | 5 |
y con una boz muy triste hablando le preguntava: | |
—¿Quién hos hirió, mi señor, herida de tan gran ravia? | |
—Hiriome el rey, mi tío, de aquesta cruel lançada; | |
hiriome desde una torre, que de cerca no osava.— | |
Júntanse boca con boca, allí se le salió el alma. | 10 | Fin |4va-vb
En Valencia, 1561
|
D
|1ra-rb Cinco romances muy sentidos: |1ra el primero, 'Allá en el monte Parnaso'; el segundo, 'Por los bosques de Cartago'; |1rb el tercero, 'Cartas van por todo el mundo'; el quarto, 'Junto a Lérida está César'; |1ra-rb el quinto, 'El gran fundador de Roma'. |1ra
[18]
Allá en el monte Parnaso, fiestas de amores havía. | |
Venus era el propio nombre de aquella que las hazía. | |
En el altura más alta, un pregón assí dezía: | |
—Quien a las fiestas viniesse dicha en amores ternía | |
y quien en ellas faltasse muy desdichado sería.— |1rb | 5 |
El pregón no da su fin quando el cielo se ceñía | |
de arco verde y colorado que en señal de amor salía. | |
La tierra de enamorada plantas nuevas produzía. | |
El ayre, con su frescor, ledo y manso se bolvía. | |
Héctor, el noble Troyano, con sus hermanos venía; |1va | 10 |
Julio César y Pompeyo con muy gran cavallería; | |
el Cid y el gran capitán por quien Ytalia temía; | |
Virgilio y el cordovés, flor de dulce poesía; | |
y el esforçado Jasón que'l vellocino vestía; | |
Persio con el Juvenal, fuentes de sabiduría; | 15 |
Aristóteles y Plato, madres de philosophía; | |
con ellos dos mil doctores que Cupido los traýa | |
en un carro triumphal labrado de pedrería | |
con quatro cavallos blancos como nieve elada, fría. | |
Sin sillas y ricos frenos, este niño los regía. | 20 |
Con un velo por los ojos, morada color tenía. | |
Un arco con dos saetas en la su mano traýa: | |
con la una quita amor, con la otra amor hería. | |
Helena y Semýramis yvan en su compañía, | |
y la linda Policena y otras damas de valía. | 25 |
Ya llegados a la cumbre donde el ñiño residía, | |
siéntanse en prados verdes |1vb que l'amor entretexía, | |
sembrados d'ermosas flores donde olor no fallescía. | |
Naranjales, limoneros cercavan la pradería. | |
Por arroyos de christal, agua con dulçor corría | 30 |
de la fuente Pegasea que en los adarves batía. | |
Presto pusieron las mesas, y el comer no fallescía. | |
Los manteles de la mesa color negra los cubría. | |
El Temor era trinchante; el cuchillo, la Osadía. | |
Pensamientos eran pages; maestre sala, Fantasía. | 35 |
Cupido era vehedor, ninguna regla tenía. | |
Los platos eran Esfuerço; escudillas, Covardía; | |
Angustias, Penas, Enojos, el manjar que se comía. | |
Con yervas verdes de amores, el potage se cozía. | |
El que de sed se quexava de sus lágrimas bevía. | 40 |
Principio truxeron ojos, coraçón postre servía. | |
Alçadas fueron las mesas, una dança se movía. | |
Venus, la diosa de amor, era de esta dança guía; |2ra | |
Apolo con su vihuela; Orpheo arpa tañía. | |
Nimphas dulces discantavan versos de gran poesía. | 45 |
El amor andava entr'ellos, mil guirnaldas les ponía. | |
No la puso a mi señora, por quien pena el alma mía, | |
porque no quiso venir al combite que hazía. | |
Y assí las rosas y flores que l'amor entretexía | |
se le conviertan dolores quales yo los padescía, | 50 |
y muera de mal de amores como yo, triste, moría. | | Fin
|
[19]
Romance de la reyna Dido
Por los bosques de Cartago salían a montería | |
la reyna Dido y Eneas con muy gran cavallería. | |
Un sobrino de la reyna y Julio Ascanio los guía | |
por la dehesa de Juno, donde más caça salía. | |
Preguntando yva la reyna a Ascanio qué tal venía, | 5 |
si se le acuerda de Troya, |2rb si vio cómo se perdía. | |
Eneas tomó la mano; por el hijo respondía: | |
—Pues mandáys, la reyna Dido, renovar la llaga mía, | |
ya os conté cómo vi a Troya que por mil partes ardía. | |
Vi las donzellas forçadas, muerta la cavallería, | 10 |
y a Écuba, reyna troyana, nadie no la socorría; | |
sus hijos, ya sepultados; Príamo no parescía; | |
a Casandra y Policena, muertas cabe sí tenía; | |
Elena, qu'estava biva, mil vezes la maldezía.— | |
Eneas que esto contava, un ciervo que parescía… | 15 |
Echó mano de su aljava, una saeta le tira; | |
el golpe le dio en vano, el ciervo muy bien corría. | |
Pártense los caçadores, síguele quien más podía; | |
la reyna Dido y Eneas quedaron en compañía. | |
Tomárala por la mano, con turbación le dezía: | 20 |
—¡O reyna, quán mejor fuera en Troya perder la vida! | |
Los tristes campos de Frigia fueran sepultura mía; |2va | |
Héctor, Troylo y París, tuviérales compañía. | |
¡O reyna Pantasilea, flor de la cavallería, | |
más imbidia he de tu muerte que desseo de mi vida!— | 25 |
Estas palabras diziendo, muchas lágrimas vertía. | |
La reyna dixo a Eneas: —Esforçaos, por cortesía, | |
que los muertos sobre Troya rescatar no se podían. | |
—No llorava yo los muertos; lloro la desdicha mía, | |
que me escape de los griegos y a las tus manos moría; | 30 |
que tu grande hermosura, de amor me quita la vida. | |
—Falso es tu atrevimiento –la reyna le respondía–. | |
Eneas, vete a tus naves; salte d'esta tierra mía, | |
que la fe que di a Deyfebo yo no la quebrantaría.— | |
Ellos en aquesto estando, el cielo se rebolvía. | 35 |
Las nubes cubren el sol, gran escuridad hazía. | |
Los relámpagos y truenos en gran miedo los metía; | |
el granizo era tan grande que sin piedad cahía. | |
La reyna, con gran pavor, |2vb del palafrén se caýa. | |
Eneas baxó con ella, con el manto la cubría; | 40 |
mira azia todas partes: una cueva vio vazía. | |
Tómala en los sus braços; en la cueva la metía. | |
El aposento era estrecho, rebolver no se podía. | |
Mientras la reyna en sí torna, Eneas se desembolvía. | |
Apartole paños de oro, los de lienço le encogía. | 45 |
Quando la reyna tornó, de amor se sintió herida. | |
—O traydor, hasme burlado. ¿Quál tratas la honra mía? | |
Cumplida tu voluntad, olvidar me has otro día. | |
Si assí ha de ser, Eneas, yo misma me mataría.— | | Fin
|
[20]
Romance de la reyna de Yrlanda
Cartas van por todo el mundo dolorosas de contar, | |
cómo a la reyna de Yrlanda la querían degollar. | |
Su marido, el rey, lo manda, que le fueron a informar | |
de una falsa sospecha |3ra que le osaron levantar, | |
y es que habló con un infante en sospechoso lugar. | 5 |
Dos años le dan de plazo, quien la quiera defensar. | |
El uno es ya passado, y el otro para acabar. | |
Ruegan por ella los grandes quantos en la corte están, | |
y ruegan sanctas personas: nada puede aprovechar | |
porqu'es dada la sentencia, no se puede revocar. | 10 |
Ya hazen el cadahalso para la sentenciar, | |
cubierto de paños negros, qu'es dolor de lo mirar. | |
Ya sacan la triste reyna toda llena de pesar, | |
y con ella treynta damas que no cessan de llorar. | |
Bolviose la triste reyna para las aconsolar: | 15 |
—No lloréys, hijas y ermanas, no queráys tanto llorar, | |
que la culpa es de dolerse y el peccado es de llorar. | |
No me pesa de mi muerte, como sea natural, | |
mas pésame que sin culpa el rey me manda matar. | |
¡O mundo desventurado, nadie en ti deve fiar, |3rb | 20 |
que al que más subido tienes gran cahída hazes dar!— | |
En dezir estas palabras, toda se fue a desmayar, | |
porque vido el cadahalso do l'avían de degollar. | |
Las rodillas por el suelo, començó de gritos dar; | |
palabras está diziendo que a todos pone pesar: | 25 |
—¡O sancta María, Señora, no me queráys olvidar!; | |
en este passo de muerte esfuerço me queráys dar | |
y ruega por mis peccados a tu Hijo singular; | |
pues que yo muero sin culpa, milagro queráys mostrar.— | |
Y diziendo estas palabras una boz oyó gritar, | 30 |
y era de un frayle francisco que viene sin más tardar | |
diziendo: —No muera, tate, que la quiero confessar.— | |
En oyendo el rey aquesto, a todos mandó apartar. | |
Hizo que se confessasse, absolución le fue a dar; | |
demandó licencia al rey y el rey se la fuera a dar; | 35 |
haze como quien se buelve apriessa y a más andar. | |
Quitose los sus vestidos, |3va de un arnés se fue a'rmar; | |
cavalgó en un cavallo, rucio era y no alazán; | |
tomó gruessa lança en puño para haver de pelear; | |
dio d'espuelas al cavallo corriendo sin más parar; | 40 |
llegó do estava la reyna y la fue mucho a esforçar | |
diziéndole que no tema, que la viene a defensar | |
porque a oýdo dezir que la acusan con maldad. | |
Fuesse a do estava el rey; campo le fue a demandar, | |
que saliessen los falsarios para con él pelear. | 45 |
El rey mandó hazer un pregón para haver de assegurar | |
personas y vidas d'ellos, pues la han de defensar. | |
Fuese el uno para el otro, para haverse d'encontrar; | |
a los primeros encuentros, el uno en tierra está | |
y el otro le dio a huyr y a meced le fue a tomar. | 50 |
Diolos en poder del rey, que los mande castigar. | |
El rey, que aquesto viera, todo espantado se ha | |
diziendo que'l cavallero en fuerças no tiene par. |3vb | |
Rogole por cortesía se quiera manifestar; | |
respondiole el cavallero: —Cumpliré vuestro mandar.— | 55 |
Y assí vido el señor rey ser hombre muy principal | |
y qu'era hombre de salva y de nasción catalán. | | Fin
|
[21]
Romance de César
Junto a Lérida está César, que viene con gran poder | |
a sojuzgar las Españas, que las quiere posseer. | |
Trahe tanta gente de guerra como en Roma pudo haver:15 | |
experimentados en guerra y en cosas de gran poder,16 | |
piensan ganar muy gran honra y bolver con gran poder. | 5 |
Ya qu'están junto al lugar, comiençan a descoger17 | |
las distancias y lugares donde se han de defender. | |
De junto a Lérida salen dos con muy grande poder | |
para defender a César lo que pensava hazer. | |
Affraño y Petreyo son, |4ra dos hombres de gran valer;18 | 10 |
son tan fuertes y animosos que a todos hazen temer. | |
Estos salen contra César y allí muestran su poder; | |
muéstranlo de tal manera que los hazen retraher | |
y abaxar el orgullo que traýan de offender | |
su gente y mostrar su esfuerço por no haverse de perder. poder | 15 |
Mas todo nada les presta, porque lo han a mi ver | |
con quien Dios muestra sus fuerças y en quien muestra su poder | |
en hazellos tan robustos y tanto esfuerço tener | |
que solos los dos bastavan para poder deffender | |
a Lérida y su comarca sin en ella atrás bolver. | 20 |
En fin hazen como buenos de en arrisco se poner | |
por deffender a su patria y a los suyos socorrer. | | Fin
|
[22]
Romance de Horacio
El gran fundador de Roma que Rómulo se dezía | |
poco tiempo la gozó, |4rb que llegó el fin de su vida.19 | |
Matáronle senadores de aquellos qu'él hecho havía | |
y, por dorar su peccado, dizen que subido havía | |
a descansar con los dioses, que de uno d'ellos venía. | 5 |
En la gran ciudad de Roma muy gran llanto se hazía; | |
viéndose el pueblo sin rey, elegir uno querían. | |
Eligieron a Pompilio el que Numma se dezía; | |
con quarenta años reynados, acabó el fin de su vida. | |
Tulio Hostilio entró a reynar, que fue escogido aquel día. | 10 |
En tiempo de Hostilio, Roma con Albania mal se havía | |
y assí, con muy cruel guerra, los campos le destruýa. | |
Los de Albania por lo mesmo, en tierras de Romanía, | |
su capitán, qu'era Mecio, poníales osadía, | |
mas al fin d'entrambas partes la batalla se pedía. | 15 |
Hostilio la concedió; Mecio a Hostilio assí dezía:20 | |
—Pues todos somos parientes y de una genealogía, | |
concluyamos esta guerra por otra más sana vía: |4va | |
pon tres hombres de tu parte, yo porné tres de la mía.—21 | |
Las voluntades conformes, señalaron luego el día, | 20 |
el qual desque fue llegado la gente el campo cubría. | |
Ya salen los tres mancebos con romana compañía | |
para meterse en el campo que aplazado se tenía | |
quando ya por otra parte los tres albanos venían.22 | |
Quanto todos son en campo, unos a otros se miran. | 25 |
Sus armas eran martillos de que bien herir sabían | |
y espadas y cosseletes que mucho bien reluzían.23 | |
Diéronse tales encuentros que las carnes lo sentían;24 | |
andavan tan enredados que a penas se conoscían. | |
Los de Albania a los de Roma ha mal traher los traýan, | 30 |
porque mataron los dos |4vb y tras el uno seguían. | |
Desque Horacio se vio solo, mucho más en sí se anima | |
con ánimo valeroso,25 y assí fingió que huýa | |
porque por yrle siguiendo alguno se apartaría. | |
Acertó en el pensamiento, que'l uno que le seguía | 35 |
no bolvió a sus compañeros, porque allí dio fin su vida. | |
Los otros le van siguiendo, cada qual quién más podía, | |
pero a poca pieça Horacio ambos a dos los vencía.26 | |
Desque se vio vencedor, con victoriosa alegría | |
desnudó a sus enemigos, que'n costumbre se tenía, | 40 |
y echose la ropa a cuestas, que era muy honrada insignia | |
con la qual por Roma entró, que todo el pueblo lo vía, | |
haziéndola ser señora de Albania y su señoría. |4va-vb | | Fin
Impressos en Valencia, año 1561
|
E
|1ra-rv Nueve romances: |1ra el I, 'Galera, la mi galera'; el II, de Leandro y Ero; el III, de Rosaflorida; el IIII, de Espinelo; |1rb el V, del infante Troco; el VI, 'Por un valle de trist[ura]'; el VII, de Amadís; el VIII, 'Mis arreos son'; |1ra-rb el noveno, de 'Nuño vero, Nuño vero'. |1ra
[23]27
¡Quién huviesse tal ventura sobre aguas de la mar | |
como el infante Arnaldos la mañana de sant Juan! | |
Con un falcón en la mano, la caça buscando va. | |
Vio venir una galera que a tierra quiere llegar. | |
El entena traýa de oro y las velas de un cendal. |1rb | 5 |
Marinero que la rige viene diziendo un cantar | |
con tan dulce melodía que l'ayre haze parar; | |
los peces, regozijados, encima del agua van; | |
los namorados dalfines, de contentos, saltos dan; | |
las aves que van bolando n'el mástel las haze estar. |1va | 10 |
El infante, de alegría, començole de rogar: | |
—Suplícote, marinero, me digas esse cantar.— | |
El marinero, cortés, luego hizo su mandar | |
y con una gracia extrema se començó d'entonar: | |
—Galera, la mi galera, Dios te me guarde de mal, | 15 |
de los peligros del mundo, de la tempestuosa mar, | |
de las fustas y galeras del cossario catalán; | |
d'esse moro boquinegro Dios te me quiera guardar, | |
también de las galeaças de Venecia, essa ciudad; | |
de la peña de Caribdis, de las Syrtes y Arenal | 20 |
y de los bancos de Flandes peligrosos de passar; | |
de la Punta del Carnero y estrecho de Gibraltar, | |
de la playa de Valencia, que haze mal habitar, | |
y del golfo de León y del viento vendaval.— | |
Cosas dize el marinero qu'era descanso escuchar; | 25 |
adormido se ha el infante al son de aqueste cantar. | | Fin |1vb
|
[24]
Romance de Leandro y Ero
El cielo estava nublado, la luna su luz perdía, | |
los vientos eran tan rezios que'l mar espanto ponía | |
quando la hermosa Ero muy penada se sentía: | |
aguardando está Leandro, a quien más que a sí quería. | |
Assomosse a la ventana de la torre do bivía; | 5 |
los ojos levanta al cielo por ver qué tiempo hazía. | |
Nocturna y muy tenebrosa la noche le parescía; | |
los truenos con sus dislates mucho miedo le ponía; | |
su coraçón se desmaya con el temor que sentía. | |
La seña qu'era la lumbre l'ayre no la consintía; | 10 |
púsola dos o tres vezes, tantas en tierra caýa. | |
Viendo tan triste señal, por agüero lo tenía; | |
con una boz delicada, d'esta manera dezía: | |
—¿O dioses, y qu'es aquesto?, ¿por qué robáys mi alegría? | |
¿O mis hados, y en tal punto |2ra mostráys vuestra tyranía?— | 15 |
Con estas lamentaciones la medianoche venía. | |
Cansada se siente Ero, mas por esso no dormía; | |
con temor está aguardando hasta que viniesse el día. | |
Mirando al pie de la torre por ver si algo vería, | |
un bulto vido en l'arena, pero no lo conoscía. | 20 |
El coraçón se lo dize, mas ella no lo crehía: | |
mirando de hito en él, muy claro lo conoscía. | |
Conosció qu'era Leandro, por quien pena padescía. | |
El coraçón se le aprieta, el alma se le salía; | |
la color del fresco gesto pura tierra parescía; | 25 |
sus manos muy delicadas de rato en rato torcía. | |
Con este tormento fuerte mil vezes se amortescía. | |
Desque ya fue retornada, ¡o qué llanto que hazía!, | |
maldize su desventura y la vida en que bivía; | |
hablando está con el cuerpo como si tuviera vida: | 30 |
—Dime, cuerpo, ¿qu'es el alma? ¿Do partiste, compañía? |2rb | |
¿Qu'es de la fe que me diste? ¿Cómo dexaste la mía? | |
O mi leal amador, ¿do la lealtad vivía? | |
No quiero bivir sin ti, que'l bivir muerte sería. | |
Rescíbeme allá contigo, porque assí descansaría. | 35 |
Estas palabras diziendo, de la torre se caýa. | | Fin
|
[25]
Romance de Rosaflorida
En Castilla está un castillo el qual dizen Rochafrida: | |
al castillo llaman Rocha y a la fuente llaman Frida. | |
Las almenas tiene de oro, paredes de plata fina; | |
entre almena y almena, está una piedra zefira. | |
Tanto relumbra de noche como el sol quando salía. | 5 |
Dentro estava una donzella que llaman Rosaflorida. | |
Siete condes la demandan, tres duques de Lombardía; | |
a todos los desdeñava, tanta es su loçanía. | |
Namorosse de Montesinos, de oýda, que no de vista. |2va | |
Allá a la medianoche, gritos da Rosaflorida. | 10 |
Oýdo lo havía Landino, el ayo que la tenía: | |
—¿Qué havedes, la infanta?, ¿qué havéys, Rosaflorida? : | |
O vos tenéys mal de amores o estáys loca perdida. | |
—Que ni tengo mal de amores ni estoy loca perdida, | |
mas llevédesme una carta a Francia la bien guarnida. | 15 |
Darla eys a Montesinos, que venga a Pascua Florida; | |
darle he yo mil marcos d'oro y dos mil de plata fina; | |
darele treynta castillos, todos riberas de Ungría, | |
y si mucho más quisiesse mucho más yo le daría: | |
daríale este mi cuerpo, siete años a su guisa; | 20 |
si otra más linda hallasse, que me dexasse escarnida, | |
que en todos estos reynos no la ay otra más linda | |
si no es una, mi hermana, que de mal fuego sea ardida. | |
Si ella me lleva en cuerpo, yo a ella en loçanía. | |
Mal lo usara Montesinos para haverme por amiga | 25 |
que a cabo de nueve años |2vb fuera a buscar nueva amiga: | |
y assí yo por buen amor quedar burlada y perdida. | | Fin
|
[26]
Romance de Espinelo
Muy malo'stava'Spinelo, en una cama yazía. | |
Los bancos eran de oro, las tablas de plata fina; | |
los colchones en que duerme son de una olanda fina; | |
las sávanas que le ponen en el agua no se veýan; | |
la colcha que lo cobría, sembrada de perlería. | 5 |
A su cabecera tiene Mataleona, su amiga; | |
con las plumas de un pavón la su cara le resfría. | |
Estando en este solaz, tal demanda le azía: | |
—Espinelo, Espinelo, ¡cómo nasciste en buen día! | |
El día que tu nasciste la luna estava crescida, | 10 |
que ni punto le faltava ni punto le fallescía. | |
Contássesme tú, Espinelo, contássesme la tu vida. | |
—Yo te la diré, señora, |3ra con amor y sin falsía. | |
Mi padre era de Francia, mi madre de Lombardía; | |
mi padre con su poder a toda Francia regía, | 15 |
mi madre como señora una ley hecho havía: | |
la muger que dos pariesse de un parto y en un día | |
que la den por alevosa y la quemen por justicia | |
o la echen en la mar, pues que adulterado havía. | |
Quiso Dios y su ventura qu'ella dos hijos paría | 20 |
de un parto y en un'hora, que por desonra tenía. | |
Fuérase a tomar consejo al Sancto Padre que havía28 | |
en nuestros tiempos en Roma, el qual assí le dezía: | |
"Criad, criad vuestros hijos y dexad tal fantasía." | |
Ella, no contenta d'esto, pues la ley hecho havía, | 25 |
fuese a una cativa mora y consejo le pedía. | |
"¿Qué me aconsejas tú, mora, para salvar la honra mía?" | |
Respondiérale: "Señora, yo de parescer sería | |
que tomasses a tu hijo, el que se te antojaría, |3rb | |
y lo eches en la mar dentro un arca de valía | 30 |
bien embetumada toda, que más segura sería; | |
y pongas también en ella mucho oro y joyería | |
porque quien al niño hallasse de criarlo holgaría." | |
Cayome la suerte a mi y en gran mar me ponía, | |
la qual estando muy brava arrebatado me havía | 35 |
y púsome en tierra firme con el furor que traýa | |
a la sombra de una mata que espina se dezía, | |
que por esso me pusieron Espinelo en nombradía. | |
Marineros que navegan halláronme en aquel día; | |
lleváronme a presentar al gran soldán de Suría. | 40 |
El soldán no tiene hijos, por su hijo me tenía; | |
el soldán agora es muerto y yo por soldán regía. | | Fin
|
[27]
Romance del infante Troco
En el tiempo que Mercurio en el Occidente reynava, | |
huvo en Venus, su muger, |3va un hijo que mucho amava. | |
Púsole por nombre Troco porque muy bien le quadrava. | |
Criáronselo las diosas en la montaña troyana. | |
Era tal su hermosura que una estrella semejava. | 5 |
Desseando saber mundo, sus armas desamparava. | |
Andando de tierra en tierra, hallose do no pensava, | |
en una gran pradería de arrayanes bien poblada, | |
en medio de una laguna toda de flores cercada. | |
Posada es de una diosa que Salmacia era llamada, | 10 |
diosa de la hermosura, sobre todas muy nombrada. | |
Su officio d'esta diosa era holgarse en su posada, | |
peynar sus lindos cabellos, componer su linda cara. | |
No va con sus compañeras, no va con ellas a caça, | |
no toma el arco en la mano ni los tiros del aljava | 15 |
ni el sabuesso de trahílla ni en tal se exercitava. | |
Ella, desque vido a Troco, quedó de amores llagada, | |
que ni pudo detenerse ni quiso verse librada. |3vb | |
Mirando su hermosura, d'esta manera le habla: | |
—Eres, mancebo, tan lindo, de hermosura tan sobrada, | 20 |
que no sé determinarme si eres dios o cosa humana: | |
si eres Dios, eres Cupido el que de amores nos llaga; | |
si eres hombre, ¡quán dichoso fue aquel que te engendrara!, | |
¡quán dichosa fue tu madre, quán dichosa fue tu casa!, | |
y si hermana alguna tienes, d'ermosura es muy dotada. | 25 |
Mi señor, si eres casado, hurto quiero que se haga | |
y, si casado no eres, yo seré tuya de gana.— | |
El Troco, como es mancebo, de vergüença no le hablava; | |
ella, cativa de amores, dos mil abraços le dava. | |
El Troco le dize assí, d'esta manera le habla: | 30 |
—Si no estáys, señora, queda, dexaré vuestra posada.—29 | |
Fin
|
[28]
Romance de amores
Por un valle de tristura, de plazer muy alexado, |4ra | |
vi venir pendones negros entre muchos de cavallo, | |
todos con tristes libreas de sayal no delicado, | |
sus rostros llenos de polvo, cada qual muy fatigado. | |
Por una triste espessura, temerosos, han entrado. | 5 |
Assentar quieren su real en un yermo sin poblado. | |
Las tiendas en que se alvergan no las cubren de brocado, | |
antes por mayor dolor de negro las han armado, | |
y dentro aquella tristura ay un monumento armado | |
y dentro del monumento ay un cuerpo sepultado. | 10 |
Dizen qu'es de una donzella que de amores a finado, | |
la cosa más linda, bella, que en el mundo se avía hallado. | |
Y ellos todos juntamente un pregón han ordenado: | |
que ninguno se atreviesse ni tampoco fuesse osado | |
d'estar en su enterramiento si no fuesse enamorado. | 15 | Fin
|
[29]
Romance de Nuño Vero |4rb
—Nuño Vero, Nuño Vero, buen cavallero provado, | |
hinquedes la lança en tierra y arrendedes el cavallo. | |
Preguntarhos he por nuevas de Valdovinos el franco. | |
—Aquessas nuevas, señora, yo vos las diré de grado. | |
Esta noche, a media noche, entramos en cavalgada | 5 |
y los muchos a los pocos lleváronnos de arrancada. | |
Hirieron a Valdovinos de una muy mala lançada; | |
la lança tenía dentro, de fuera le tiembla el asta: | |
o esta noche morirá o de buena madrugada. | |
Si te pluguiesse, Sevilla, fuesses tú mi enamorada. | 10 |
—¡Nuño Vero, Nuño Vero, mal cavallero provado!, | |
yo te pregunto por nuevas, tú respóndesme al contrario; | |
que aquesta noche passada conmigo durmiera el franco; | |
él me diera una sortija, yo le di un pendón labrado.— | | Fin
|
[30]
Romance de Amadís |4va
En la selva está Amadís, el leal enamorado; | |
tal vida estava haziendo qual nunca hizo christiano. | |
Cilicio lleva vestido a sus carnes apretado, | |
con disciplinas destruye su cuerpo muy delicado. | |
Llagado de las heridas, en su señora pensando, | 5 |
no se conosce en su gesto según lo trahe delgado. | |
De ayunos y abstinencias andava debilitado, | |
la barba trahe crescida, d'este mundo se ha apartado. | |
Las rodillas tiene en tierra y, en su coraçón echado, | |
con gran humildad hos pide perdón si havía errado. | 10 |
Al alto Dios poderoso por testigo ha publicado, | |
y acordado se le havía del amor suyo passado | |
que assí le derribó |4vb de su sentido y estado. | |
Con estas grandes passiones, amortecido ha quedado | |
el más leal amador que en el mundo fue hallado. | 15 | Fin
|
[31]
Romance de moriscote
Mis arreos son las armas, mi descanso es pelear, | |
mi cama las duras peñas, mi dormir siempre velar. | |
Las manidas son escuras, los caminos por usar; | |
el cielo con sus mudanças a por bien de me dañar | |
andando de sierra en sierra, por orillas de la mar, | 5 |
por provar si mi ventura havrá lugar de avadar. | |
Pero por vos, mi señora, todo se ha de comportar. |4va-vb | |
Fin
Impresso en Valencia, año 1561
|
Notas
1 El artículo que ahora iniciamos desarrolla las aportaciones de otro anterior, pero inédito todavía (Mahiques/Rovira 2015a), donde reproducimos la portada de los siete pliegos y, además, señalamos un elenco de las veinticuatro ediciones del volumen [I L 1402] que asignamos a la imprenta de Joan Navarro, hacia los años 1560–1563. Esta miscelánea impresa ha sido estudiada desde el punto de vista bibliográfico por Infantes (2012; 2013), que en el segundo de estos dos trabajos describe minuciosamente cada uno de los ejemplares, asignando igualmente a Joan Navarro los cinco pliegos que ahora nos ocupan.
2 Los otros dos pliegos con romances impresos por Joan Navarro son estudiados y editados en Mahiques/Rovira (2013a, 2015b).
3 Nos referimos a la leyenda del conde de Barcelona y la emperatriz de Alemania, asunto tratado en otro romance cuyo inicio es como sigue: "En el tiempo que reinaba y en virtudes florecía / ese conde don Ramón, flor de la caballería" (cf. Wolf/Hoffman 1856: II, 102–110, núm. 162). A este respecto considera Rubió (1932: 272) que, aunque Milà i Fontanals pensó que el romance se inspiraba en la crónica de Pere Miquel Carbonell, la fuente más probable es Lucio Marineo Sículo. Por otra parte, aduce y transcribe otro romance sobre el mismo tema que circuló por Barcelona en 1647 (Rubió 1932: 275 y 286–287). Sobre la difusión de esta leyenda en la literatura catalana medieval, véanse Ferrando (1996) y Aguilar (2005).
4 El Romance del conde Arnaldos es quizás el que desde el punto de vista temático tiene una relación menos evidente con el resto de las obras de E. De todos modos, las diferentes versiones de este célebre y enigmático romance dan suficientes motivos para vincularlo al registro amoroso y al ámbito de lo mágico legendario, también presentes en E25, es decir el Romance de Rosaflorida. Como muestra y síntesis de las diversas interpretaciones del Romance del conde Arnaldos, remitimos a Hauf/Aguirre (1969) y Caravaca (1971).
5 Este romance, contrafactum de Por aquel postigo viejo, no tiene precedentes anteriores al Cancionero llamado flor de enamorados (cuya primera edición, como veremos más adelante, se supone en 1556 o 1557). Después de constatar este hecho, Romeu i Figueras (1972: 64 y 68–69) atribuye el romance a Timoneda basándose en palabras de las epístolas que este incorporó al inicio de las cuatro rosas impresas por Joan Navarro en 1573, es decir, Rosa de Amores, Rosa Española, Rosa Gentil y Rosa Real. Puede consultarse una transcripción de todas ellas en Rodríguez-Moñino/Devoto (1963).
6 La información relativa a los mss. 1317, 3721, 3724, 3725, 3880, 3882, 3883, 4061, 4072, 4073, 4128, 4138 y 10475 de la Biblioteca Nacional de España deriva de las descripciones e índices del repertorio dirigido por Jauralde Pou (1998–2008: I, 78–84, 579–589 y 595–604; II, 886–893 y 898–912; III, 1626–1647, 1678–1702, 1917–1926 y 1962–1970; IV, 3592–3593). Todos estos manuscritos datan del siglo XIX (o algunos, quizás, de finales del siglo XVIII) excepto los mss. 1317, 4072 y 10475, que son de los siglos XVI–XVII. Por otra parte, debemos a Menéndez Pidal (1953: 351) la noticia del ms. II-1591 [olim 2-B-10] de la Real Biblioteca. Algunas de estas fuentes manuscritas y todas las que aludiremos pertenecientes a otras instituciones son reseñadas por Piacentini (1981–1994: III).
7 El último de estos cinco romances es el único que conocemos a través de otros testimonios que utilizan la –e paragógica de principio a fin. Por otra parte, debemos advertir que C13 mantiene esta vocal añadida a partir del segundo verso de dieciséis sílabas. Además, otro pliego del volumen [I L 1402] transmite con este mismo artificio poético el Romance de Guiomar y del emperador Carlos, que publicamos en Mahiques/Rovira (2015b).
8 "Timoneda no podia entretenir-se massa, i encara que li donem un termini prudent per a la reestructuració del volum i per a la impressió, no crec que puguem passar de 1557. Per tant, aquest any o el 1556, penso que han de ser els de la primera edició del Cancionero llamado Flor de Enamorados, feta, molt probablement, a València, com totes les primeres de Timoneda, i completament desconeguda" (Romeu 1972: 62). Nótese que la mayor parte de los pliegos del volumen [I L 1402] de la Biblioteca Comunale Augusta de Perugia fueron impresos en Cuenca o Valencia en los mismos años 1556–1557 o en fechas muy cercanas. Debemos advertir, además, que, tal como indicamos en Mahiques/Rovira (2013b), incluso los impresos conquenses reúnen obras de autores valencianos no solamente en castellano sino también en catalán, lo cual pone en evidencia que, aunque estampados en Castilla, estos pliegos fueron pensados para ser vendidos en Valencia.
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9 Tras este verso se sucede el siguiente pasaje en FE62 y RG73: "queran todos Portugueses y nadie no lo entendía" (Rodríguez-Moñino/Devoto 1954, fol. 51r; cf. Rodríguez-Moñino/Devoto 1963, fol. lxxviv).
10 Verso omitido en FE62.
11 Verso omitido en FE62.
12 Verso omitido en RE73.
13 RE73 omite los vv. 26b-27a.
14 En todos los romanceros impresos del siglo XVI que hemos consultado siguen estos tres hemistiquios: "que no valia vn reale / ya le desnudauan otra que valia vna ciudade" (CR[47], fol. 174r).
15 Tras este verso se sucede en 3S51 el siguiente pasaje: "entrellos hay muchos buenos y hombres de gran saber" (Rodríguez-Moñino 1970: 428).
16 Tras este verso se sucede en 3S51 el siguiente pasaje: "vienen assaz muy loçanos con gran codicia y poder" (Rodríguez-Moñino 1970: 428).
17 Tras este verso se sucede en 3S51 el siguiente pasaje: "los ardides y pertrechos que hay para tal menester / ya que assientan el real y quieren fortalescer" (Rodríguez-Moñino 1970: 429).
18 Tras este verso se sucede en 3S51 el siguiente pasaje: "en linaje son entrambos hombres de gran merescer" (Rodríguez-Moñino 1970: 429).
19 Tras este verso se sucede en 3S51 el siguiente pasaje: "en la hora de su muerte en el sol eclipse hauia" (Rodríguez-Moñino 1970: 445).
20 Tras este verso se sucede en 3S51 el siguiente pasaje: "cada qual piensa vencer y lleuar la mejoria / no quieras que tanta gente muera por nuestra porfia" (Rodríguez-Moñino 1970: 445).
21 Sigue este extenso pasaje en 3S51: "y si vencieren los mios sera nuestra ellalegria / quedaremos vencedores libres de vuestra porfia / y si vencieren los tuyos y fortuna assi lo guia / quedaremos tus vassallos mientras durare la vida / y para questo se cumpla hagamos tal pleytesia / que tengan seguridad los que huuieren mejoria / Hostilio como esto vio respondio que le plazia / con que fuesse la batalla sin ventaja y demasia / que los seys fuessen yguales y nascidos en vn dia / y plugo a Dios que se hallaron como Hostilio lo pedia / que tres nascidos de vn vientre en Albania hallado hauian / Curiacios eran llamados questa era su nombradia / contra estos huuo en Roma otros tres de aquella guisa / queran dun vientre nascidos y en un dia y hora misma / que los otros tres de albania por prouidencia diuina" (Rodríguez-Moñino 1970: 445).
22 Sigue este pasaje en 3S51: "con animos de varones tras si gran gente trayan" (Rodríguez-Moñino 1970: 446).
23 Sigue este pasaje en 3S51: "luego llamando a sus dioses todos oracion hazian / y desque huuieron rezado tres a tres arremetian" (Rodríguez-Moñino 1970: 446).
24 Sigue este pasaje en 3S51: "dauanse tan grandes golpes que herreros parescian" (Rodríguez-Moñino 1970: 446).
25 Sigue este pasaje en 3S51: "mucho sus fuerças ponia en vencer sus enemigos" (Rodríguez-Moñino 1970: 446).
26 Sigue este pasaje en 3S51: "vno a vno los mato con saber y valentia" (Rodríguez-Moñino 1970: 446).
27 Esta versión destaca por ser la más extensa de las documentadas en el siglo XVI. Ningún otro testimonio introduce pasajes semejantes a los de los vv. 9, 11, 12 y 14, donde se amplifica la descripción y se introduce de manera más circunstanciada el diálogo y la canción. Por otra parte, el listado de peligros enumerados en la canción "Galera, la mi galera", inserta en los vv. 15-26, es el más detallado entre todas las versiones de la época.
28 La demanda dirigida al Santo Padre y la respuesta de este no aparece en ninguna otra versión conocida de este romance. Los cambios operados en la versión que editamos afectan sobre todo a los vv. 22-26.
29 Menéndez Pidal (1953: 351-352) nota el proceso de fragmentación tan característico del género al cotejar los diferentes finales que presentan las versiones conservadas de este romance, copiado en el fol. 18 del ms. 4072 de la Biblioteca Nacional de España según la versión que suponemos originaria y más completa: "La bella ninfa que vía ser así menospreciada, / con ansias muy amorosas al mancebo se abrazaba; / él procura de huir, y ella más le apretaba; / ambos se hicieron uno y Emafrodito se llama" (Menéndez Pidal 1953: 352).
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